Todavía no encontré un lugar firme. O sea, si, pero no
quiero estancarme. Las malas experiencias de un pasado inquieto las pago hoy.
Mejor dicho, las paga él. Ojala existiera una manera de borrar lo que alguna
vez casi llega a matarme, y así poder entregarme entera, sin preguntas, sin
reproches, y por sobre todo, sin culpas.
Vivía, por el solo hecho de respirar. Hasta llegar al punto
de creer, que quizás, mi respiración, a un par de kilómetros le molestaba.
Entonces fue, que surgió la idea de dejar de respirar, para así, no molestarlo.
Dos tardes, y unos minutos más, fue lo que tarde para arrancarme el corazón, y dárselo,
para que haga con el ‘lo que quiera’, y así fue. Arranco, despacio, cada parte,
y a pesar de todo, en ese momento se sentía bien, porque él estaba haciéndolo (‘sos
bueno hasta para romperme el corazón’)
Sera que éramos distintos, que tus heridas en el corazón te hicieron
un ‘tipo frio’, tus formas de querer no eran las mismas que las mías, y por
eso, yo tenia que pagar, cada una de las veces, que el amor, no se acostó a
dormir con vos, en tu cama. Que la culpable de llegar a esto soy yo, por
cargarme en la mochila ‘cuestiones que no te incluyen’ y que sin querer, vos,
me las metías, me culpabas, me las hacías sentir.
Y fue un día que todo término. Sacamos lo peor de nosotros,
y nos dijimos las cosas en la cara. El rencor de cada uno hizo de las suyas, por
nosotros. Y que te vaya bien, y que todo
este tiempo de vacío que me dejaste, la vida se encargue de hacérmelo valer.
Que te arrastres en mis pies pidiéndome que vuelva a abrazarte otra vez, y que
todos los días de tu vida, te acuestes, dándote cuenta que solo, me dejaste ir.
Gritos, malas palabras, portazos, y otra vida, esta vez, si se termino. Y se había
terminado.
Me di la cabeza contra la pared, hasta verme sangrar. Pensé
que corriendo, iba a escaparme de mi propio cuerpo, y tropecé, volví a
lastimarme otra vez. Si no era de él, no
iba a ser de nadie. Y los días pasaban, y las heridas sangraban, mi cabeza respondía
por si sola, y yo no sentía.
No pretendía estar bien, ni sanar las heridas, ni rellenar
huecos. Solo quería que pase el tiempo, que así el dolor se va. Y creí que mi
vida iba a ser una rutina amorosa, por tiempo indeterminado, pero me deje
sorprender. Encontré el amor, escondido en algún lugar del frasco que yo veía completamente
vacío, y me deje llevar.
Si antes creí saber del amor, el me demostró que mis
conceptos eran equivocados. Tengo muchas preguntas, pero él se sienta, me mira,
a veces contesta, y otras se queda callado. De las palabras mas lindas que
escuche, y del abrazo mas fuerte que me dieron. Saber que lo que yo vivo ahora,
y lo que pueda vivir mas adelante, él ya lo paso, ya lo sufrió, o ya lo
disfruto, y que va a estar aplaudiéndome, si avanzo, y frenándome cuando este
dando los pasos equivocados.
Un marco, una guía, me agarra de la mano, y me da la
seguridad de saber que camine donde camine, voy a estar a salvo, porque él me
esta cuidando. Hoy sé que nunca más voy a estar sola. Que mis problemas se
dividen en dos, que mis placeres tengo con quien compartirlos. Que disfrutamos
de las mismas cosas, y que los secretos que guardan las paredes, nos
comprometen a los dos.
Saber que es el principio de una eternidad. Un compañero de
vida.
Que hermoso como escribís! Genial tu blog.
ResponderEliminarNo sabes cuanto me alegro de que tengas a alguien que te acompañe para siempre... Olvida todo lo malo del pasado y disfruta del presente con esa persona..Y no llores porque el sol se fue pues las lagrimas te impedirán ver las estrellas... Ojala que dure mucho, muchísimo... Un beso linda
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