Hoy lo entiendo. Después de setecientas treinta noches sin respuestas. Antes no lo entendía. O me negaba totalmente a entenderlo. Es increíble como uno tiene que golpearse para aceptar las cosas. “Si no lo veo no lo creo”, “Yo no lo vi así que…” BASTA. Aceptar. Las cosas son así, por que tienen que ser. Dejemos de alterar el destino.
Antes removía mucho el pasado. Buscaba algo que ni yo sabia que era, pero nunca me cansaba de buscar. No se, quizás algo de mi pensaba, que buscando lo iba a encontrar. Después de un tiempo, me empecé a preguntar yo misma que buscaba, y deje de engañarme, ya no te iba a encontrar. Ya te habías ido. Ya era tarde.
Hoy al fin, que ya paso, puedo decir que es pasado y que por suerte ya paso. Antes tenía miedo. Miedo de olvidarme de su cara, de olvidarme lo que fue. Hoy me pone bien saber que cada vez que me viene a la mente, instantáneamente se me forma una sonrisa. Y me pone bien saber que aunque paso el tiempo, algo de mi sigue sintiendo lo mismo y con la misma intensidad. Hoy a pesar del tiempo y la distancia, todavía te siento acá.
Contame del calor que esta haciendo allá, mientras yo me pongo una bufanda. Que la distancia en horas, se mide en minutos, si tu corazón late a mi ritmo.
Pero que preciosa entrada dios *.*
ResponderEliminarme encanta el blog ya tienes otra seguidora te dejo mi blog por si quieres pasarte y si te gusta me sigas :) http://wwwteenage-girls.blogspot.com.es/
ResponderEliminar