miércoles, 27 de febrero de 2013

Cuando extrañas, las fotos tienen olor, las canciones son pasaportes de momentos, y los recuerdos son asesinos seriales por oficio. Y su nombre es... El comprobante de mi propio vacío.

2 comentarios:

  1. Hasta que, al final, eres tú mismo el extrañado, hueles tus autoretratos, escuchas tus propios silbidos y contratas al olvido para acabar con los asesinos ésos. Y entonces ya no hay más comprobantes que el testamento de tus mezquindades. Muy sugerente la entrada. Salud-os

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  2. wow con unas pocas lineas me has arrancado una lagrima... Es una entrada preciosa...

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